Cerró el capítulo público al salir del gobierno, hace unos años, pero no su interés por influir en el debate de las políticas públicas. Y desde marzo se lanzó a las redes, decidió aprovechar el boom de la multiplataforma y hablar de economía “en sencillo” a los “navegantes más jóvenes”, los que no vivieron los últimos 40 años de la evolución de Chile. Los mismos que no ven la película, sino la foto, y la encuentran imperfecta, hay más pobreza, más desigualdad de la que les gustaría. “Si logras trasmitir un poco de lo que ha sido la película, en lenguaje sencillo, ayuda mucho”, explica José Ramón Valente, en una luminosa sala de Econsult.

Fundó la boutique financiera con Hernán Cheyre hace 38 años, hoy tiene 11 socios y trabajan 80 personas, entre sus dos negocios con un sello común: ‘Un traje a la medida’ de cada cliente. Uno asesora empresas en regulaciones, libre competencia, valoraciones, financiamientos, y el otro, a familias de alto patrimonio.

En paralelo, Valente está escribiendo un nuevo libro. Esta vez su tema es cómo se forjó el mercado de capitales chileno, a través de sus protagonistas. Para entender mejor cómo evolucionó un mercado —”un poco rasguñado por los retiros”—, pero que sigue siendo un “articulador muy importante de la movilidad social en el país”.

Y está un poco más optimista, ve algunos signos positivos que algunos líderes —”un poquito más honestos intelectualmente”— de “una oposición súper dura al gobierno anterior”, empiecen a opinar distinto. En ese grupo sitúa al Presidente Boric.

—¿Lo dice por los proyectos contra la “permisología” que envió esta semana, con algunas ideas que usted impulsó como ministro?

“Sí, la permisología es un tema súper relevante, porque Chile lleva 10 años creciendo a menos de 2%. Al revisar qué habían hecho otros países que lo habían logrado como Canadá, Australia y Nueva Zelandia, me di cuenta de que habían instalado ciertas instituciones para mejorar la coordinación dentro del gobierno. Los gobiernos tienen compartimientos estancos y la permisología atraviesa múltiples ministerios y reparticiones, si no hay ninguna institución interesada en agilizar, los proyectos no salen”.

—Pero al salir del ministerio, el tema perdió prioridad, se supo poco de las oficinas GPS y Open que había creado.

“El gobierno tuvo otras prioridades, vino el estallido y además la agenda más microeconómica en todos los gobiernos queda rezagada por la fuerza que tiene el Ministerio de Hacienda. Es como un ‘hoyo negro’ que se come toda la energía legislativa del Congreso. La energía hoy está concentrada en los proyectos de pensiones, tributarios que llevan cinco gobiernos consecutivos. Nosotros hicimos un grupo de trabajo y fuimos institución por institución, como si fuésemos una consultora del Ministerio de Economía, una reingeniería de los procesos. Pero como ocurre en todos los gobiernos, se clama por cambios de gabinete y hacen perder mucha fuerza, porque la épica y los trabajos iniciados se diluyen. Ahora, el ministro Grau lo rescató”.

—¿Le parece que el proyecto de Grau bajará los tiempos de la ‘permisología’?

“En su discurso, el ministro dijo que hoy demoramos ocho años en los permisos para una desaladora, ¡y la NASA demoró ocho años en poner un hombre a la luna y ganar la carrera espacial a Rusia! Si una persona trabaja desde los 25 a los 65 años, sacar un permiso sería 20% de su vida laboral. Un inversionista piensa, ¿me voy a demorar ocho años en un permiso sin ninguna seguridad de que lo den? Me busco otro destino”.

—¿No debió incluir, por ejemplo, al Consejo de Monumentos Nacionales y las concesiones marítimas, dos puntos críticos en la demora?

“El CMN es el tercer organismo con mayor volumen de permisos en el país, sin duda debió incluirse en este proyecto. En los últimos 4 años se ha cuadruplicado su personal y aún así, como consigna el director de Horizontal, Juan Obach, sigue habiendo atascos enormes. Claramente, no es un tema de cantidad de personas, sino que una logística e incentivos adecuados para entregar los permisos”.

—Y el fin de las Comisiones de Evaluación en regiones, entregando todo el poder de decisión al director regional del SEA, ¿qué le parece?

“Es una mala idea entregar tanto poder a los jefes de los servicios locales, que tienden a estar muy influidos por las comunidades locales y, por tanto, les cuesta ver cuando un proyecto tiene beneficios nacionales, balancear costos y beneficios. Me gustaría radicar el ‘crecimiento sustentable’ en un solo ministro, Medio Ambiente y Economía en un solo ministerio, que tenga decisión sobre los proyectos”.

—¿No se llegaría a una suma cero, y ninguna de las dos cosas avanzaría?

“Pongo un ejemplo: si a Claudio Bravo le gusta el Real Madrid, pero es arquero del Barcelona, no dejará que el Real Madrid le meta goles, porque su misión es cuidar al Barcelona. Eso mismo pasa en el gobierno, pueden poner una persona muy pro proyectos en Medio Ambiente, pero independiente de sus convicciones, hará todo para transformarse en el Claudio Bravo del medio ambiente. En el equilibrio tienen que convivir las dos cosas. Cualquier cosa tendrá algún impacto y hay que minimizarlo para que el proyecto sea sustentable y mitigarlo por otra vía. Si hoy le exigimos crecimiento sostenible a cualquier empresa moderna, hay que exigirle también al Estado”.

—La ministra Maisa Rojas, ¿sería como una Claudio Bravo del medio ambiente?

“Mas allá de Maisa Rojas, cualquiera lo hará igual, porque es su mandato. Para avanzar de verdad, hay que darle un mandato dual de ‘crecimiento sustentable’ a un solo ministro, y juntar Medio Ambiente y Economía”.

 

‘”La oposición no se va a oponer a este proyecto”

—Entonces, en lo grueso, le parece acertada la propuesta del Gobierno, la presidenta de la Sofofa advirtió un riesgo de politización del proceso.

“Más que meterme en los detalles, me quedo con que se está tratando de avanzar, acortando los plazos y siendo diligentes en dar un sí o un no rápido. Aunque falta alguien con capacidad de dirimir para avanzar de verdad”.

—¿Cree que habrá apoyo parlamentario si la prioridad está en pensiones e impuestos, y comienza el ciclo electoral?

“La oposición no se va a oponer a este proyecto, sus críticos están dentro del mismo Gobierno, son los que no van a cambiar ideológicamente. Pero debiéramos suponer que el Presidente, los ministros de Hacienda y Economía han testeado a sus parlamentarios y hay agua en la piscina”.

—Al mismo tiempo insisten en subir impuestos y que las pensiones sean con reparto, ¿qué cambió?

“La sociedad ve que van 8 reformas tributarias consecutivas que nos iban a llevar a un Estado de bienestar y mejor desarrollo, y no ha pasado. Ve que parte importante de esa plata se va en escándalos de corrupción, en exceso de gente que llega al sector público y no a programas sociales. Hacer crecer el estado con alzas de impuestos es una moda que lleva 10 años en Chile, y no da la solución que la gente esperaba. Algunos han cambiado, es importante que el ministro Grau haya logrado que el Presidente estuviera presente, que el ministro de Hacienda lo apoye”.

—¿Son injustas las críticas a Grau?

“No han sido muy afortunadas sus declaraciones, pero el proyecto está bien inspirado. Como en todo, el conocimiento, el avance son piramidales, cuando quieres partir de una hoja en blanco, de cero, no avanzas, pero inteligentemente, el ministro Grau tomó lo que habíamos hecho en 2018 y 2019 y construyó sobre eso. Su propuesta para agilizar permisos se llama SUPE, un Sistema Unificado de Permisos que implementamos nosotros y él está potenciando”.