Columna José Ramón Valente: ¿Fruta o Chocolate?
“La economía chilena está preparándose para comenzar a correr nuevamente. Sin embargo, es preocupante ver a tantas personas pendientes solo de los primeros 100 metros en circunstancias de que el desarrollo de los países no es un sprint, sino una maratón”.
La economía y la psicología han hecho tremendos avances en los últimos 20 años, combinando su conocimiento individual y dando origen a lo que hoy conocemos como economía del comportamiento. Uno de los aportes relevantes de esta naciente escuela de pensamiento ha sido el estudio de los sesgos del comportamiento humano, es decir, desviaciones en el actuar de las personas respecto de lo que sería considerado normal o racional. Entre los sesgos que se han estudiado está la inconsistencia intertemporal. Es decir, elecciones que hacemos y que nosotros mismos en el futuro preferiríamos no haber hecho. Uno de los estudios más conocidos que ilustran este sesgo arroja que un 74% de las personas a quienes se les pide elegir qué comer la próxima semana optan por fruta, mientras que al preguntarles qué comerían el mismo día, un 70% prefieren chocolate.
¿Por qué poner sobre la mesa los sesgos de comportamiento y, en particular, el sesgo intertemporal? El 2020 fue un año en que muchos chilenos se comportaron de acuerdo a las predicciones de Thaler y Kahneman (ambos galardonados con el Premio Nobel por sus contribuciones a la economía del comportamiento). El año pasado, millones de chilenos retiraron parte de sus ahorros de las AFP, muchos de ellos para pagar deudas y suplementar sus menguados ingresos. Pero muchos otros, según reflejan las estadísticas, lo hicieron para comprar autos o televisores. Es decir, para comer chocolate, aun cuando saben que comer fruta (mantener el ahorro para sus pensiones) era una mejor alternativa. El 2020 ya es historia, pero el 2021 nos confrontará nuevamente con desafíos similares.
La economía chilena está preparándose para comenzar a correr nuevamente. Sin embargo, es preocupante ver a tantas personas pendientes solo de los primeros 100 metros en circunstancias de que el desarrollo de los países no es un sprint, sino una maratón. Vacunas mediante, en 2021 la economía va a recuperar parte importante del terreno perdido por el trauma económico causado por la pandemia. Tendremos viento de cola que viene de una economía mundial que ya se está acelerando. Puertas adentro, las empresas se preparan para retomar su actividad normal y el Gobierno ha anunciado que mantendrá los principales paquetes de ayuda financiera entregados durante 2020. ¡Están tan ricos los chocolates que nadie se acuerda de la fruta!
Sin ánimo de ser aguafiestas, quiero recordarles los kilitos de más que le hemos puesto a la economía chilena desde octubre de 2019 y cómo seguiremos aumentando de peso en 2021. La deuda pública en Chile ha crecido desde US$ 45 mil millones a septiembre de 2019 a US$ 65 mil millones en diciembre de 2020 y a un estimado de US$ 74 mil millones a diciembre de 2021. Adicionalmente, los chilenos retiramos de los ahorros que teníamos para pensiones y del seguro de cesantía US$ 28 mil millones. De hecho, producto de la pandemia, el conjunto de los ingresos recibidos por los chilenos cayó cerca de US$ 7.500 millones, pero los ingresos que recibieron los chilenos para compensar dichas mermas fueron de US$ 30 mil millones. O sea, los paliativos casi triplicaron a las pérdidas. Al mismo tiempo, desde octubre de 2019 la economía perdió casi la mitad de su capacidad de generar nuevos ingresos. En efecto, el crecimiento potencial de la economía (largo plazo) cayó de 3,3% anual a 1,9% anual.
Estamos retomando la carrera al desarrollo en silla de ruedas (pérdida de capacidad de generar ingresos), con oxígeno (retiro de las AFP), suero (aumento de gasto público) y empujados por Usain Bolt (precio del cobre, crecimiento de China y bajas tasa de interés). El problema es que el desarrollo es una maratón y no una carrera de 100 metros. Así que a menos que abandonemos nuestro sesgo de corto plazo, dejemos el chocolate y empecemos a comer fruta, a partir de 2022 o 2023 vamos a enfrentar graves problemas para sostener nuestro nivel de bienestar.
José Ramón Valente
Economista[:]