Columna José Ramón Valente: ¿Tulipanes tecnológicos?
José Ramón Valente: “El dólar, el franco suizo y el euro son valiosos porque la gente confía en que las instituciones de dichos países no van a permitir que sus monedas dejen de ser aceptadas como medios de pago y van a proteger su valor”.
Un duque salió de su castillo un día y decidió pasar la noche en una pequeña posada del pueblo. Al día siguiente se dirigió al dueño de la posada y le dijo: No traigo dinero conmigo, pero páseme una hoja de papel para dejarle una nota”. La nota que escribió el duque decía: “Vale por 100 ducados”. Antes de marcharse, el duque le dio la nota al posadero y le pidió que pasara por el castillo a cobrar la noche de alojamiento. El posadero muy emocionado decidió guardar la nota del duque y no cobrarla. Unos meses más tarde la señora del posadero enfermó gravemente. El posadero no tenia dinero para pagar el médico, pero recordó que tenía la nota del duque. Llevó a su señora al doctor del pueblo, le contó la historia del duque y preguntó si él aceptaría la nota del duque como pago. El doctor respondió con un rotundo “por supuesto”, cómo no habría de confiar en la palabra del duque.
Esta anécdota era contada hace un par de décadas por los profesores de Economía a los alumnos de primer año de universidad para explicarles cómo funciona el dinero. Efectivamente, Ud. habrá notado que la nota del duque tiene las mismas características que tenía el oro en la antigüedad o el dólar, el franco suizo o el euro en la actualidad. La nota creada por el duque le sirvió al posadero como reserva de valor (ahorro) y también como medio de pago (compra de bienes y servicios). Estas son dos de las características más importantes que le pedimos al dinero.
En las ultimas semanas, se ha reabierto el debate en torno a si los bitcoins y las criptomonedas en general son o no dinero. Bajo la vara de la nota del duque, la respuesta sería un rotundo no. Con bitcoins no se puede comprar prácticamente nada y como reserva de valor han demostrado ser muy poco seguros. Si bien el bitcoin ha tenido periodos de retornos espectaculares como los últimos meses, el 2018 su valor se desplomó 70%. Con ese tipo de fluctuaciones, claramente esta criptomoneda no es confiable como reserva para pagar la urgencia médica del posadero. Esto no significa que no pueda serlo en el futuro. Es teóricamente factible que el bitcoin tenga una cotización más estable a futuro y que eventualmente sea aceptada como moneda de cambio para comprar algo más que un auto Tesla. Sin embargo, aunque así fuera, es difícil justificar que el bitcoin suba de valor como la espuma, como lo ha hecho en los últimos meses. Esta semana la cotización de esta criptomoneda llegó a los US$ 50 mil, solo hace poco más de un año su valor no superaba los US$ 10 mil.
El oro es valioso porque hay una cantidad limitada de oro en el mundo y es difícil de extraer. El dólar, el franco suizo y el euro son valiosos porque la gente confía en que las instituciones de dichos países no van a permitir que sus monedas dejen de ser aceptadas como medios de pago y van a proteger su valor. Las mismas razones pero en sentido opuesto son las que hacen que los argentinos salgan corriendo de sus oficinas a desprenderse de los pesos que reciben cuando les pagan el sueldo. El bitcoin es una entre muchas criptomonedas. Si bien la cantidad de bitcoins es limitada, la cantidad de criptomonedas no lo es. A su vez, la tecnología que hace confiable al bitcoin (Blockchain) puede ser utilizada por todas las otras criptomonedas. Es como si pudiéramos clonar al Banco Europeo o a la Corte Suprema de EE.UU.
Las burbujas son difíciles de anticipar. Si no lo fueran nunca llegarían a ser burbujas. La dificultad es que detrás de ellas siempre hay un relato plausible y una corte de fanáticos repitiendo dicho relato. La bolsa china subió 740% entre julio del 2005 y octubre del 2007, para luego perder más de un 70% de su valor entre octubre del 2007 y noviembre del 2009. Los futuros sobre los tulipanes holandeses subieron 2.169% entre noviembre de 1636 y febrero de 1637 para luego caer 94% entre febrero de 1637 y mayo de 1637. En su edición del fin de semana pasado, el Financial Times se preguntaba si los bitcoins eran una nueva clase de activo o un tulipán tecnológico. Yo le dejo la pregunta para reflexión de fin de semana. Ah, adicionalmente, le cuento que la nota del duque siguió circulando para siempre y nunca se le cobró. Esto nos lleva a una interesante pregunta: ¿Quién pagó el alojamiento del duque en la posada?