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Con una recesión a la vista, el mundo gira hacia tasas de interés negativas
22 Agosto, 2019
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Con una recesión a la vista, el mundo gira hacia tasas de interés negativas

Expertos advierten que se podrían estar “gastando las balas” de la política monetaria en caso de una crisis económica.
Cuentas corrientes en que el banco le paga al cliente por tenerla o que cueste más tener plata en el banco que gastarla son escenarios que, a nivel económico, eran impensados. Sin embargo, con las tasas de interés negativas, como a las que han llegado Japón, Suecia, Dinamarca y Suiza, empiezan a ser más comunes. La estrategia de imponer bajas tasas de interés, que usaron los bancos centrales para salir de crisis financiera de 2008, se volvió el estándar en la zona europea. Y podría continuar esparciéndose. “Estamos dentro de un nuevo equilibrio de menor crecimiento global, inflación baja y bancos centrales con política monetaria muy expansiva; son varias las fuerzas que siguen presionando a la baja las tasas de interés”, explica Mario Carrasco, subgerente de Estudios de Econsult. “La probabilidad de que otras economías se sumen no es para nada despreciable”.

La razón para que los bancos centrales se sumen es que quieren impulsar el consumo, principalmente, por la débil situación de la economía mundial. “Están haciendo frente a la incertidumbre que hay por la guerra comercial. Por eso buscan una circulación total del dinero y así mejorar el escenario”, explica Francisco Aravena, profesor de la U. San Sebastián. A esto se suma una recesión que se ve cada vez más probable: para la Fed de Nueva York hay un 30% de probabilidad en los próximos 12 meses y para Natixis de 40%. Con este escenario, para septiembre se espera que el Banco Central europeo baje sus tasas y las señales de la Fed, de nuevos recortes, le estarían dado espacio a otros países. “Hasta el año pasado, para la mayoría de países era difícil aplicar las tasas bajo cero por temor a una ampliación mayor en las diferencias de política monetaria respecto a las de EE.UU.”, dice César Guzmán, gerente de macroeconomía de Inversiones Security.

“Una vez que la Fed dio la vuelta, primero hacia la mantención y ahora hacia recortes de tasas, el resto del mundo ha podido hacer más para enfrentar la desaceleración global. En esta línea, no es descartable que otros países lleven sus tasas de interés a niveles negativos”, agrega. Gastarse las balas monetarias Que se sigan sumando países a las tasas bajo cero no es una señal positiva. “El hecho de que sigamos adentrándonos en tasas de interés negativas es reflejo de que la política monetaria ha tenido problemas para revitalizar la economía”, reconoce Carrasco. Las tasas de interés, que venían cerca de cero desde la crisis de 2008, rompieron esa barrera alrededor de 2015 y los signos de recuperación han sido lentos. Sin embargo, seguir usando la política monetaria para levantar la economía podría ser riesgoso.

“Hay menos espacio para reaccionar y además puede generar distorsiones (burbujas) en precios de otros activos financieros”, explican desde Itaú Análisis Económico. “La política monetaria convencional está quedando sin balas”, advierte Carrasco de Econsult. Pero hay que considerar, explica, que los bancos centrales están estudiando nuevas herramientas, como nuevas compras de activos.

“El problema seguirá siendo cuáles serán los efectos colaterales. En algún momento debemos dejar de refugiarnos en el accionar de bancos centrales”. Más plata para emergentes Los inversionistas sedientos por rendimientos de bonos han tenido que salir de los países con tasas negativas y buscar otros horizontes. Y los países emergentes, con tasas de interés altas, se vuelven más apetecidos. “La necesidad de buscar rendimientos podría llevar a entradas de capitales a países emergentes”, admiten en Itaú Análisis Económico. Con un mundo desarrollado con tasas negativas, los inversionistas comienzan a buscar más riesgo. “Hemos visto que en el mundo se ha dado un proceso de ‘búsqueda de rendimiento’ que ha llevado a los inversionistas a asumir más riesgo en otros activos.

Uno de ellos precisamente han sido activos de mercados emergentes”, dice Carrasco. Esto, sin embargo, no es una receta perfecta. El atractivo por el riesgo en países emergentes depende también de otros factores, como la estabilidad y el crecimiento. Por esto, que los capitales lleguen a Chile, cuando sus dos principales socios comerciales están envueltos en una guerra comercial, se ve complejo. “Chile tiene tasas bajas con relación a sus pares y se anticipan nuevas bajas, por lo que no anticipamos grandes entradas de capitales”, explican de Itaú Análisis Económico.