¿Dónde está el piloto?

LAS PRINCIPALES PREOCUPACIONES DE LOS CHILENOS HOY SON LA INFLACIÓN, LA SEGURIDAD, LA MIGRACIÓN Y EL EMPLEO. EL PLAN DE VUELO DEL GOBIERNO Y SUS INSTRUMENTOS NO ESTABAN DISEÑADOS PARA ESTOS OBJETIVOS.

El 15 de enero de 2009, el vuelo 1549 de US Airways despegó desde el aeropuerto de La Guardia en Nueva York con destino a Seattle. Segundos después del despegue, el avión fue embestido por una bandada de pájaros y perdió sus dos motores. El capitán Chesley Sullenberger III (Sully), sabiendo que contaba con pocos segundos para tomar una decisión y en vista del dramático cambio en las circunstancias que dieron origen a su plan de vuelo original, decide intentar un acuatizaje en el río Hudson. La maniobra da resultado y el capital Sully logra salvar las vidas de cada una de las 155 personas a bordo.

El 2 de octubre de 1996, despegó del aeropuerto Jorge Chávez de Lima el vuelo 603 de AeroPerú con destino a Santiago de Chile. Pocos minutos después del despegue, el capitán del vuelo y su copiloto detectaron que los instrumentos del avión estaban entregando información contradictoria de velocidad y altitud. El capitán decide corroborar la información con la torre de control, la que tomando los mismos datos que reporta el avión, confirma velocidad y altitud. El capitán del vuelo 603, en una decisión incomprensible y solo justificada por el estrés de la situación, decide aterrizar el avión usando la información entregada por la torre y por los instrumentos del avión (que es la misma) y que él ya había detectado que era errónea. El resultado es que el avión se estrella en el mar y mueren los 77 pasajeros que iban a bordo, en su mayoría chilenos.

El gobierno del Presidente Boric tenía un destino, una hoja de ruta, instrumentos y motores andando en marzo de este año. El plan de vuelo era llevar a Chile a ser un país con menos desigualdad, más respetuoso del medio ambiente y con un Estado que sería el principal agente para resolver las necesidades de los pasajeros. En diciembre de 2021, cuando se realizó la segunda vuelta presidencial el panorama era el siguiente: se esperaba que la economía chilena creciera este y todos los años hacia adelante, una inflación para 2022 de 3,7%, se estaban creando cerca de 50 mil empleos mensuales, y los salarios subían a un ritmo lento pero compensaban al menos la subida de los precios. La economía internacional se estaba abriendo después de dos años de pandemia y había un optimismo generalizado.

La situación es hoy radicalmente diferente. Para Chile ya no se espera crecimiento sino una profunda recesión, los salarios y el empleo están cayendo y la inflación del último año supera el 12%, en su máximo de más de 30 años; las altas tasas de interés están asfixiando a las pymes y a las familias de menores ingresos, los homicidios ha subido un 29% en el año y la probabilidad de una recesión mundial para 2023 ha subido por sobre el 50%.

Al comenzar su mandato, el Gobierno tenía una nave equipada con los motores del crecimiento y sus principales instrumentos eran una reforma tributaria, una reforma previsional, un proyecto para bajar la jornada laboral a 40 horas, la creación de un Banco de Desarrollo, una empresa nacional del litio y varias otras empresas públicas. Minutos después del despegue, habiendo pasado solo siete meses de un viaje que dura cuatro años, el capitán Boric no tienen motores, la economía está pronta a entrar en recesión y sus instrumentos, de aplicarse, generarían menos ahorro, menos inversión y menos crecimiento. Acelerarían la caída de los salarios y el empleo y en nada contribuirían a reducir la delincuencia, por lo que de utilizarse solo agravarían las aflicciones que ya están sufriendo los chilenos.

Las principales preocupaciones de los chilenos hoy son la inflación, la seguridad, la migración y el empleo. El plan de vuelo del Gobierno y sus instrumentos no estaban diseñados para estos objetivos. Tampoco lo estaban las del vuelo 1549 de US Airways y las del vuelo 603 de AeroPerú para las circunstancias que les tocó vivir. El capitán del vuelo de AeroPerú decidió seguir confiando en sus instrumentos y sus compañeros de la torre de control. Sully en cambio, utilizó distintos instrumentos y adaptó sus decisiones a las nuevas circunstancias. El primero estrelló su avión en el mar, el segundo les salvó la vida a las 155 personas que iban arriba de su nave. Hoy con bastante angustia, los chilenos se preguntan si Boric terminará siendo Sully o el capitán del AeroPerú. Usted decide, Presidente.

 José Ramón Valente