Skip to content
La gran Caszely
21 Mayo, 2022
-
  • Columnas de Opinión,
  • Insights

La gran Caszely

La gran Caszely

 

JOSÉ RAMÓN VALENTE:’LA PEOR DE LAS DESILUSIONES CON EL ACTUAL GOBIERNO ESTÁ POR VENIR: EL CRECIMIENTO ECONÓMICO SÍ IMPORTA Y EN LOS PRÓXIMOS AÑOS ESTE VA A SER PAUPÉRRIMO, SI ES QUE NO ES NEGATIVO’.

[/vc_column_text][vc_column_text]El gobierno de Gabriel Boric se ha vuelto impopular entre los chilenos con una rapidez inesperada. De acuerdo a los datos presentados por Cadem, en su quinta semana la aprobación neta (aprueba menos desaprueba) del actual gobierno ya había pasado a terreno negativo y se ha mantenido ahí semana tras semana. No siendo posible una explicación científica para este fenómeno, permítanme intentar algunas hipótesis.

El Frente Amplio y el Partido Comunista llegaron al poder sobre la base de una serie de eslóganes majaderamente reproducidos por ellos mismos, los matinales y cierta parte de la prensa políticamente sesgada. Varios de dichos eslóganes, que tuvieron buena acogida entre los chilenos, han comenzado a mostrarse erróneos o derechamente falsos. Veamos algunos ejemplos:

Eslogan 1: No se requiere estado de emergencia para combatir la violencia en La Araucanía, solo se requiere más diálogo.

Camila Vallejo tuiteó en noviembre pasado lo siguiente: ‘No vamos a avalar que este gobierno criminal siga violando los derechos humanos y votaremos en contra del estado de excepción en La Araucanía. Usen la inteligencia, no más armas’. La verdad es que durante la vigencia del estado de excepción en La Araucanía hubo una disminución de 44% en los hechos de violencia. Como bien sabemos, la misma ministra Vallejos, ahora convertida en vocera de gobierno, ha tenido que salir a explicar por qué sí se justifica el estado de excepción en la zona.

Eslogan 2: No es cierto que los retiros de las AFP vayan a generar más inflación.

La evidencia presentada en el último informe de política monetaria publicado por el Banco Central muestra que un 50% de la mayor inflación registrada en el país durante el segundo semestre de 2021 puede ser atribuida a los retiros de las AFP y al IFE. Esto fue ampliamente adelantado por los técnicos de todos los sectores que proponían ayudas focalizadas en la gente que verdaderamente lo necesitaba, y de una magnitud proporcional a los ingresos que las familias habían dejado de percibir. Por el contrario, la oposición al gobierno pasado -encabezada por quienes hoy están en el Gobierno y secundada, lamentablemente, por la centroizquierda y varios políticos de centroderecha- hicieron caso omiso a las advertencias de los técnicos. El propio Presidente Boric votó a favor del cuarto retiro, a pesar de que los efectos inflacionarios de dicha política ya eran evidentes. El resultado es que hoy la inflación en 12 meses es la más alta de los últimos 28 años. No solo eso: la inflación se ha transformado en una de las principales preocupaciones de los chilenos y, cual bumerán, en una de las razones por las cuales el Presidente Boric ha perdido en tiempo récord el apoyo de una gran mayoría de los chilenos que votaron por él.

Eslogan 3: Las manifestaciones violentas en las calles se justifican como forma de producir cambio social.

Al respecto, el Presidente Boric tuiteó: ‘Las barricadas en el contexto de lucha social nos parecen legítimas expresiones de resistencia…’. Con esta impronta en mente, la actual ministra de Justicia, Marcela Ríos, señaló: ‘El indulto a los presos políticos de la revuelta es un compromiso, una prioridad’. Todas estas ‘expresiones de lucha social’ que se ven muy poéticas en la televisión desde el sofá de la casa no son tan simpáticas cuando llegan al barrio o a tu propia casa. Sabemos que la impunidad genera más violencia y más manifestaciones. Los bloqueos en Enap, las tomas de colegios y las disrupciones en el metro, los tiroteos en el barrio Meiggs y la delincuencia desatada no son casualidad. Lamentablemente, para el gobierno del Presidente Boric, el romanticismo de las manifestaciones violentas se ha transformado ahora en la principal preocupación de los chilenos (encuesta Pulso Ciudadano, mayo 2022) y la principal causa de la caída en la aprobación presidencial.

Eslogan 4: El principal problema de Chile es la desigualdad.

La última encuesta Pulso Ciudadano reveló que las principales preocupaciones de los chilenos son, en orden de importancia: delincuencia, inflación, economía, inmigración, narcotráfico, sueldos, salud, seguridad pública, gestión del Gobierno y pensiones. Los dos focos principales del programa de gobierno de Boric -desigualdad y cambio climático- figuran en el lugar 12 y 22, respectivamente, entre las principales preocupaciones de los chilenos. Para un gobierno orgulloso de estar en sintonía con la gente, la desconexión que muestra esta encuesta con los problemas cotidianos de los chilenos es demoledora.

Con todo, la peor de las desilusiones con el actual Gobierno está por venir: el crecimiento económico sí importa y en los próximos años este va a ser paupérrimo, si es que no es negativo. El crecimiento genera empleos, movilidad social e ingresos permanentes para el Estado. La necesidad tiene cara de hereje; cuando las personas no tienen para sus necesidades básicas poco les importante el calentamiento global.

La recordada frase ‘no son treinta pesos, son treinta años’, es una versión corta de otro de los eslóganes recurridos constantemente por la actual administración antes de ser gobierno: ‘El crecimiento económico solo ha hecho más ricos a los ricos y no ha beneficiado a la gran mayoría de los chilenos’. A pesar de la popularidad de este eslogan, al igual que en los casos anteriores, la evidencia es contundente en sentido contrario. Durante los años en que Chile crecía aceleradamente, los datos de la encuesta Casen muestran que el ingreso del 10% más pobre de los chilenos subió porcentualmente más que el del 10% más rico, las mediciones del índice Gini muestran una importante reducción de la desigualdad y los estudios académicos señalan que el crecimiento económico fue la gran fuente de reducción de la pobreza.

Ante la creciente evidencia de que la realidad no cuadra con la retórica, el gobierno del Presidente Boric ha optado por la gran Caszely y declarar que no tiene por qué estar de acuerdo con lo que piensa (estado de emergencia en La Araucanía). Veremos si los chilenos se compran esa gambeta o le seguirán dando la espalda al Gobierno al comprobar una y otra vez que todas aquellas frases poéticas con que conquistaron sus votos eran falsas. Con o sin querer, por ignorancia o por ansias de poder, los eslóganes del gobierno del Frente Amplio y del Partido Comunista se irán probando falsos o equivocados uno tras otro.[/vc_column_text][vc_column_text]

Es siempre peligroso crear altas expectativas. Como sabemos, la felicidad la podemos medir como la realidad menos las expectativas. Así, cuando las expectativas son altas la probabilidad de desilusionar a quienes le hicimos promesas grandilocuentes es muy alta.

El gobierno de Gabriel Boric fue elegido sobre una plataforma que prometía eliminar las desigualdades en la sociedad y refundar un Chile más justo, exento de privilegios y lleno de nuevas oportunidades. El relato de campaña aseguraba que era posible crear este nuevo Chile quitándole poder político y económico al 1% de la población (la élite), para traspasárselo al 99% de la población (el pueblo). Esta promesa es absolutamente inalcanzable y, por lo mismo, el actual gobierno está condenado a incumplir su programa y a frustrar las expectativas de los millones de chilenos que votaron por Gabriel Boric.

Por supuesto, usted podría tener una opinión distinta de la mía, así que permítame entregarle algunos datos para ver si lo convenzo de mi visión. Mario Marcel, ministro de Hacienda del actual gobierno, ha señalado que la reforma tributaria que va a impulsar pondrá especial énfasis en recaudar más desde los ingresos y el patrimonio de las personas. Esto se lograría subiendo los impuestos a la renta y aumentando los impuestos al patrimonio. La realidad que muestran las cifras es que actualmente el 1% de mayores ingresos -que corresponde aproximadamente a 86 mil personas- contribuye con el 70% de toda la recaudación de impuesto a la renta y que el 70% de las personas que reciben salarios no paga impuesto a la renta.

En Chile, una persona que gana el ingreso medio de la economía, es decir, cerca de $650 mil mensuales, paga cero impuestos a la renta, y una persona que gana cuatro veces el ingreso medio de la economía, cerca de $2,4 millones mensuales, paga solamente un 5% de impuesto a la renta. Para el promedio de la ODCE, las tasas de impuesto pagadas por dichas personas serían de 15% y 25%, respectivamente. ¿Qué nos dicen estas y muchas otras cifras que se podrían agregar para hacer aún más contundente este argumento? Que la forma de recaudar más por impuesto a la renta de las personas es subir las tasas de impuesto de la clase media y no al 1% de mayores ingresos. Como podemos ver, la realidad no tiene ningún correlato con la promesa de campaña de Gabriel Boric.

Con el llamado impuesto a los súper ricos pasa algo similar. Muchos de los países de la OCDE han eliminado este impuesto porque no logra recaudar casi nada y genera múltiples distorsiones. Los que aún lo mantienen recaudan entre 0,2% y 0,4% del PIB al año. Dada estas cifras, siendo súper optimistas, el impuesto al patrimonio podría recaudar US$ 1.200 millones al año. Es decir, un tercio del costo mensual de un IFE. Difícil pensar que esta sea la panacea que va a resolver todas las necesidades sociales de las cuales carecen los chilenos. Nuevamente, en este caso la retórica de campaña choca de frente con la porfiada realidad que muestran los números.

Los problemas para cumplir las promesas de gobierno no se reducen solamente a los impuestos. Existe un sinnúmero de grupos de interés, muchos de los cuales apoyaron la postulación del Presidente Boric, que gozan de privilegios importantes y que no forman parte de la élite del 1% y no son rubios de ojos azules viviendo en las condes como los describe la ministra del Interior. Están, por ejemplo, los empleados públicos que tienen sueldos por encima del promedio de la economía y que a la hora de enfrentar dificultades como la pandemia no perdieron ni su empleo ni vieron mermados sus salarios. Está el Colegio de Profesores que se ha negado consistentemente a apoyar medidas tendientes a mejorar la calidad de la educación, tales como el kínder obligatorio, la subvención para jardines infantiles y la vuelta a clases post pandemia. Están los gremios de camioneros que se oponen a subir el impuesto al diésel, los sindicatos de la Gran minería que amenazan constantemente con paralizar la producción del principal producto de exportación de Chile y, por supuesto, está la Cámara de Diputados que, con su apoyo al quinto retiro de las AFP, ya le ha mostrado los dientes al gobierno que se opone a dicha medida. Paradójicamente, la Sofofa y la CPC son de los pocos gremios que se han mostrado abiertamente dispuestos a trabajar con el gobierno para encontrar puntos de encuentro que permitan la implementación del programa de gobierno.

Más temprano que tarde, el Presidente Boric, cual Julio Cesar, se dará cuenta de que sus Brutus no están en el 1%, sino entre los propios grupos que lo apoyaron y que a la hora de decidir entre sus propios intereses y la implementación de una medida que los perjudica no tendrán dudas de dónde clavar sus cuchillos.