Macarena Pérez: “Los inversionistas quieren mantener el espíritu empresarial también en su porfolio extranjero”
Macarena Pérez: “Los inversionistas quieren mantener el espíritu empresarial también en su porfolio extranjero”
Los empresarios resaltan que se debe mantener el clima de acuerdos y recuperar la competitividad del país.
Por: Catalina Muñoz-Kappes
La confianza empresarial de septiembre supero al indicador del mes anterior en solo 0,08 puntos, mientras que aumento en 2,85 puntos respecto al mismo mes del año pasado. A excepción de la minería, todos los subíndices se mantienen con perspectivas pesimistas. La confianza del sector de industria aumento en 0,75 puntos, hasta los 46,1, mientras que la minería creció en 0,63 puntos, hasta los 64,9.
En contraste, las expectativas del sector del comercio disminuyeron en 0,59 hasta los 49 puntos, mientras que las de la construcción bajaron en 0,94 puntos hasta los 23,7.
Macarena Pérez, directora de Icare y socia de Econsult, indica que es preocupante que los sectores que vieron las mayores bajas hayan sido el comercio y la construcción, ya que estos son los rubros de mayor impacto en la “percepción de la población en general”.
En contraste, asevera que “es positivo que veamos algo de recuperación en la parte industria, y de minería, que esperamos siga esta senda en la medida que el cobre permanezca en niveles elevados y se puedan retomar proyectos de inversión relevantes para el país. También podrían ayudar en la tendencia de la percepción el avance en el proyecto de ley para simplificar la obtención de permisos para proyectos de inversión”.
Inflación y expectativas
Pese a estas variaciones, Pablo Pincheira Brown, profesor asociado de la Escuela de Negocios UAI, afirma que “el IMCE de septiembre continúa mostrando cifras pesimistas, y que de alguna manera están en consonancia con las pobres proyecciones de crecimiento tendencial no minero contenidas en el Informe de Política Monetaria del Banco Central recientemente publicado”.
El ítem que preocupa al académico son las expectativas de inflación. Los empresarios esperan que dentro de doce meses la inflación se ubique en 4,5%. Pincheira subraya que las expectativas de alza de precios han mostrado escasa variación este ano, situándose en el rango entre 4,1% y 4,5%, pero que la actual cifra es la más alta obtenida en 2024. “Esto da cuenta de que el escenario inflacionario local muestra una alta persistencia, y aun ubica a la proyección de inflación por sobre el rango de tolerancia autodefinido por el Banco Central”, señala.
En otra materia, Pincheira subraya que las expectativas de la economía chilena continúan en territorio de pesimismo, en especial el índice que descuenta el sector minero. Las expectativas de los empresarios para la economía se situaron ligeramente por debajo del umbral neutral, en 49,3 puntos. Sin embargo, el índice que excluye al sector minero se ubicó en 36,3 puntos, en pleno terreno de pesimismo. “La brecha entre las expectativas de la economía chilena con y sin minería sigue siendo notable”, dice Pincheira. Pese a esta situación, ambos índices anotaron alzas en septiembre. En el caso de las expectativas de la economía sin la minería, el alza fue de dos puntos, mientras que el indicador global aumento en 3,4 puntos.
Acuerdos y digitalización
Para una mejora en la confianza, los empresarios esperan que prosperen los acuerdos y que se tomen medidas para que Chile mejore su competitividad. “Es de esperar que el inicio del ciclo electoral que comienza con las elecciones municipales y que continua el siguiente año con la parlamentaria y presidencial no altere el clima de acuerdos que el país necesita para enfrentar sus desafíos en materia económica y de seguridad, que son las prioridades de los empresarios y de las personas”, dice Pérez.
Por otro lado, para Matías Spagui, director senior de Mercado Pago e integrante del Círculo de Economía y Finanzas de Icare, el IMCE de septiembre refleja “una confianza empresarial aun frágil, influenciada por los desafíos que ha enfrentado Chile en la última década. En este contexto, la transformación digital no es solo una opción, sino una necesidad urgente para que Chile recupere su competitividad”.
Agrega que “si Chile aspira a superar esta fase de estancamiento, brindar más oportunidades y posicionarse como un referente en innovación, es fundamental priorizar la adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el big data y la automatización”.
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