Skip to content
Pese al peor escenario económico, Hacienda se aferra a promesa de estabilizar la deuda fiscal
12 Agosto, 2019
-
  • Insights

Pese al peor escenario económico, Hacienda se aferra a promesa de estabilizar la deuda fiscal

Expertos creen que menor crecimiento y caída en el precio del cobre dificultan el objetivo de contener el endeudamiento.
Llegó el 2008 con la crisis financiera y la deuda pública de Chile se disparó. Pasó de representar 4,9% del PIB ese año a 25% en 2018. Y llegará a 28% en 2023, según proyecta la Dirección de Presupuesto. Esta tendencia activó las alarmas de los economistas y, en parte, fue causante de que Chile perdiera su clasificación de riesgo.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se puso como meta estabilizar la deuda. Pese a que se avanzó en 2018, el actual escenario económico pone en riesgo su objetivo.

‘Vamos a crecer menos y se proyecta un precio del cobre menor; esto puede llevar a que la deuda sea mayor de lo esperada’, advierte Martina Ogaz, analista de EuroAmerica. ‘Hacienda bajó sus proyecciones de crecimiento y es probable que vuelva a corregirlas’, agrega. Y las estimaciones del precio del cobre para el cuarto trimestre en junio fueron 5,4% menores a mayo.

Estos factores significan menores ingresos, a lo que se suman más gastos. El empleo público ha tenido un alza constante en los últimos años. Durante la administración de Bachelet, los asalariados públicos aumentaron en 112 mil personas. Una tendencia que no cambió con Piñera: en lo que va de gobierno han aumentado en 90 mil personas. ‘Siempre hay presiones para aumentar la deuda y es muy difícil para un gobierno resistirlas’, dice Manuel Agosin, académico de la U. de Chile. ‘Y cuando el crecimiento es bajo, no están los recursos tributarios y no queda más que endeudarse’, agrega.

La confianza del Gobierno

Pese a un escenario más complejo, en Hacienda confían en que conseguirán estabilizar la deuda hacia finales del gobierno, explica Andrés Pérez, coordinador de Finanzas Internacionales del ministerio. ‘Para lograrlo nos hemos puesto como objetivo avanzar hacia la consolidación fiscal, reduciendo el déficit estructural (en 0,2 puntos porcentuales del PIB por año) y estamos comprometidos con recuperar el crecimiento’.

Asegura que ha habido avances. ‘En 2018 redujimos de forma muy relevante el déficit y recuperamos el crecimiento, con lo cual se moderó significativamente la dinámica de la razón de deuda/PIB’.

Hay quienes confían en que se estabilizará la deuda. ‘Las proyecciones oficiales apuntan a contener esa expansión de gasto público, lo que significa un punto de inflexión para la trayectoria’, dice Sebastián Cerda, de Econsult. ‘Es probable que la deuda siga aumentando, pero a un ritmo menor’, agrega Claudio Soto, economista jefe del Banco Santander.

Niveles contenidos

El salto en la deuda desde 2008 fue, en un principio, respuesta a la crisis financiera. Pero luego se mantuvo la tendencia. Las razones van desde financiar déficit públicos, incrementar los fondos soberanos para tener mayor liquidez y la reforma educacional. Esto, unido a una merma en los ingresos producto del ciclo económico y la caída del precio del cobre.

Por ahora, sin embargo, el nivel de deuda no es preocupante. ‘Comparada con otras economías, está aún contenida’, dice Paulina Barahona, de Security.

‘A nivel de América Latina estamos muy bien’, concuerda Ogaz. ‘Prácticamente todos los países están sobre 50%’, dice. Pero advierte que todo depende de si se tiene el crecimiento necesario para cubrir la deuda. ‘La preocupación es porque ya no crecemos como hace 5 o 10 años’.