“Podríamos tener un rebote y nueva recesión si vuelve la violencia”
José Ramón Valente, presidente de Fundación Chile, espera una recuperación de la economía a partir del tercer trimestre.
Economía y Negocios
El Mercurio
Los planes que ha anunciado y ejecutado el Gobierno, para contener los efectos de la actual crisis sanitaria, están bien encaminados, plantea el presidente de la Fundación Chile y exministro de Economía, José Ramón Valente. “Creo que están bien orientados para el tipo de crisis que estamos viviendo. Son orientadas a que no se pierdan empleos y que no quiebren empresas, por una situación que se va a ver eminentemente transitoria”, destaca el economista.
—Se ha criticado que esto no será suficiente para contener esta situación ¿Cómo lo ve usted?
“Ahí hay dos elementos. Uno es la cantidad de recursos y otro es que esos recursos logren llegar a quienes tienen que llegar. Entonces, no es solamente decir “falta más plata”. Yo diría que mucho más relevante es decir “que la plata llegue y llegue rápido”.
“La crítica esa de los recursos se hace mirando lo que han hecho países como Estados Unidos o Alemania, que han invertido más del 10% del PIB. Chile ya está llegando a apoyos fiscales cercanos al 10% del PIB. Entonces, la comparación es injusta cuando se hace respecto de Estados Unidos y Europa. La comparación correcta es con países del mismo nivel de desarrollo de Chile”.
—¿Es posible que Chile pueda crecer el próximo año a una tasa de 5%?
“Vamos a caer fuerte y vamos a tener por un período de tiempo un rebote de crecimiento. Lo relevante es si seremos capaces de sostener el crecimiento hacia adelante o será solo un rebote. Yo creo que eso todavía no está decidido. Depende de cómo nos comportemos de aquí en adelante. Pero en el fondo, el crecimiento en 2021, 2022, 2023, depende de nosotros”.
—Luego de iniciada la crisis social en octubre, usted ya planteaba la posibilidad de una recesión, pero “autoinfligida”. ¿Eso sigue latente pospandemia?
“Después del rebote que vamos a tener, sí está latente que podamos volver a tener una nueva caída, si es que la incertidumbre y la violencia en Chile retoman los mismos niveles que tuvimos durante el último trimestre del año pasado. Por lo tanto, podríamos tener un rebote y una nueva recesión si vuelve la violencia e incertidumbre que vimos en el último trimestre del año pasado”
—Pensando en la pospandemia, ¿el Gobierno ya debería estar pensando en medidas de reactivación?
“Uno tiene que adelantarse. Esto es algo que en su etapa más dura se va a extender un trimestre – este segundo trimestre—y que ya a partir del tercer trimestre de este año debiéramos estar pensando en una reactivación. Dado eso, sin duda que el Gobierno debiera estar pensando en los planes de reactivación pospandemia”.
—¿Qué tipo de políticas públicas se podrían aplicar?
“Durante la pandemia, el tema es tener recursos de caja para las empresas para que puedan cumplir con sus compromisos y recursos para que las personas puedan generar los pagos mínimos, la sobrevivencia mínima. Pospandemia, lo que se necesitan son medidas reactivadoras de la inversión, y medidas para el empleo. Por lo tanto, incentivos a que volvamos a crecer, a que volvamos a consumir, a que volvamos a invertir. Por ahí tienen que venir las medidas del gobierno. Son políticas públicas distintas”.
—Cuando fue ministro dejó varias agendas en tramitación, que siguen en el Congreso. El proyecto proinversión, el de productividad, proconsumidor. ¿Poscrisis será tiempo de retomarlos?
“Las tres iniciativas, el proyecto proconsumidor, el proinversión y el de productividad, son proyectos que van al hueso de lo que Chile requiere pospandemia. Y tienen la gracia de estar muy avanzados en la tramitación. Yo les tengo especial cariño, porque los diseñamos mientras yo era ministro. En 30 o 60 días se podrían tener aprobados esos tres proyectos y cooperar significativamente con la reactivación del país”
—¿Cómo ve que se haya aprobado la restricción a reparto de utilidades y dietas a empresas que se acojan a la Ley de Protección del Empleo?
“Cuando se le agregan flecos a la política pública, se hace menos efectiva. Lo que se está buscando, es la protección del empleo. Después se empiezan a agregar objetivos secundarios y terciarios y, por añadirlos, al final se hace menos efectiva la política inicial, que era la protección del empleo”.
“Muchas empresas van a reducir sus dividendos y también las dietas de los directores en forma voluntaria. Pero al establecer esto como requisito legal y exponer a las empresas al escrutinio, es posible que algunos o muchas empresas decidan no utilizar el programa de protección de empleo para mantener la libertad de tomar las decisiones que ellos estimen más convenientes”.
–Este artículo fue escrito por el periodista Matías Berríos B., de Economía y Negocios de El Mercurio.[:]